lunes, 16 de mayo de 2016

Red de redes, un recuento al día de hoy.

El 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información promovido en algunos países como “Día del Internet”.

Hace 45 años el programador estadounidense Ray Tomlinson (23/4/1941-5/3/2016) de BBN Technologies emitió el primer e-mail de la historia en ese entonces en la red ARPANET. Sin embargo la web que conocemos ahora fue desarrollada entre marzo de 1989 y diciembre de 1990 por el científico en computación inglés Tim Berners-Lee con la ayuda del ingeniero industrial belga Robert Cailliau, mientras trabajaban en la CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) en Ginebra Suiza, el resultado de su investigación fue publicado en el libro Weaving the Web en 1999.
El gran avance de Berners-Lee fue unir hipertexto e Internet con el protocolo HTTP[1], desarrollando así un sistema de identificadores únicos globales para los recursos web y también el Uniform Resource Identifier que es una cadena de caracteres corta que identifica inequívocamente un recurso evitando repeticiones.
El WWW (world wide web) solo requería de enlaces unidireccionales en vez de bidireccionales. Esto hizo posible que una persona se enlazara de uno a otro hipervínculo sin necesidad de ninguna acción del propietario de ese recurso.
Ahora bien, la historia del Internet en México nos remonta al año de 1989 con la conexión del ITESM (Campus Monterrey) con la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA). No obstante las primeras líneas comerciales para conexión llegaron de la mano de Infotec[2], institución pública creada en 1974 con el apoyo del CONACYT y Nacional Financiera. Por su parte Red UNAM fue el primer proveedor comercial de servicios de conexión, alojamiento o renta de espacio en servidor y proveedor de correo electrónico para lugares externos a la universidad.
En 1996 se consolidaron los Proveedores de Acceso a Internet (ISP’s) en el país y en los primeros meses tan solo 2% de los hosts totales (16 mil) ubicados bajo “.mx” tuvieron en su nombre las letras www, y por lo tanto una conexión mundial.
Hacia finales de 1996 la apertura en materia de empresas de telecomunicaciones y concesiones de telefonía de larga distancia provocó un auge en las conexiones a Internet. Empresas como Avantel y Alestra-AT&T compitieron directamente con Telmex.
Cabe señalar que antes de que el ITESM se conectara a Internet casi a final de la década de los ochenta ya recibía el tráfico de BITNET por la misma línea privada. El ITESM era partícipe de BITNET desde 1986.
En 1990 la UNAM accedió a Internet por medio de una conexión vía satélite de 56 Kbps con el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Boulder Colorado, éste fue el segundo nodo de Internet en México.
Después el ITESM y la UNAM se interconectaron usando líneas privadas analógicas de 9600 bps, velocidad suficiente para proveer correo electrónico, transferencia de archivos y acceso remoto a la red para estas dos reconocidas instituciones de educación superior en México.
Fue hasta 1993 cuando la Universidad de las Américas comenzó a experimentar en el ambiente Web desarrollando la primera página electrónica de información disponible a la comunidad de Internet. A partir de entonces la información en Internet se empezó a difundir con mayor intensidad en periódicos y revistas especializadas.
1994 marcó el fin de Internet como aparato tecnológico exclusivo de las instituciones académicas pues la era comercial iniciaba, el 6 de febrero de 1995 el diario La Jornada apareció por primera vez en la Web demostrando las nuevas posibilidades del Internet en la transformación de los medios convencionales de comunicación en la era digital.
Fueron las organizaciones no gubernamentales las primeras en aprovechar las ventajas de Internet. Tal fue el caso del EZLN que estableció una sólida presencia en Internet desde la primavera de 1994.
A partir de la publicación de las páginas www, el 1° de septiembre de 1996 apareció el sitio oficial de la Presidencia de la República en el marco del 2° Informe de Gobierno de Ernesto Zedillo.
Por su parte instituciones como la Cámara de Diputados, la de Senadores, PEMEX y el Consejo de la Judicatura Federal entre otras más, publicaron sus primeras páginas electrónicas en Internet. En ese mismo periodo instituciones académicas, periodísticas y de grupos sociales también establecieron sus propios servidores de información. Tal hecho resultó positivo ya que dio pie a la creación de los primeros centros de servicio informativo en línea para la sociedad.
A finales de 1996 ya había 2838 nombres de dominios bajo las diferentes terminaciones “.mx” y el 80% de ellos eran dominios comerciales y al año siguiente los dominios de entidades gubernamentales sobrepasaron los 100 y el total de dominios registrados hasta 1997 fue de 7251. Para los primeros seis meses del año 2000 fueron más de 20 mil los dominios registrados bajo terminaciones “.mx”.
Para el año 2003 ya había 75 mil dominios registrados en las terminaciones “.mx” siendo el “.com.mx” el de mayor proporción con casi el 93% de los registros.  En junio de 2010 se alcanzaron los 400 mil registros de dominios con “.mx”.
La Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) es el organismo consultivo de la ONU que en el año 2006 elaboró una carta sobre Derechos en Internet cuyo contenido se refiere al “Impacto del Acceso sobre el Desarrollo y la Justicia Social” indicando que “Un acceso asequible, rápido y fácil a Internet puede ayudar a generar sociedades más igualitarias”.
En dicho documento se resalta al Internet como una herramienta para fortalecer los servicios de educación y salud, el desarrollo económico local, la participación pública, el acceso a la información, la buena gobernanza democrática y la erradicación de la pobreza. Es importante resaltar que esta declaración sirvió de precursor para apoyar el nombramiento como un derecho humano el acceso a Internet.
El pasado 12 de junio de 2011 la Asamblea General de la ONU declaró el acceso a Internet como derecho humano altamente protegido. La ONU señala al Internet “como un medio para ejercer el derecho a la libertad de expresión”.
En la declaración conjunta los cuatro relatores de la ONU sostienen que los Estados tienen la obligación de promover el acceso universal a Internet y no pueden justificar bajo ninguna razón la interrupción de ese servicio a la población, ni siquiera por razones de orden público o seguridad nacional. En principio cualquier medida que limite el acceso a la red es ilegítima a menos que cumpla con los estrictos requisitos que establecen los estándares internacionales para ese tipo de acciones.
El acceso a la información es el derecho que tiene toda persona de buscar, recibir y difundir información en poder del gobierno y la administración pública. Las Naciones Unidas en una de sus primeras asambleas generales afirmó que: “La libertad de información es un derecho fundamental y la piedra angular de todas las libertades a las que están consagradas las Naciones Unidas”.
Es por eso que en todo momento el Estado debe garantizar el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones incluyendo el de banda ancha. Para tales efectos, el Estado establecerá condiciones de competencia efectiva en la prestación de dichos servicios.
Hoy en día de acuerdo con la ENDUTIH (Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares) del INEGI en México 57.4% de la población mayor de 6 años son usuarios de Internet es decir 62.4 millones de mexicanos. La perspectiva para 2016 y 2017 es que la tasa de penetración se aproxime al 66% de cobertura, sobre todo por el crecimiento de la banda ancha móvil.
En comparación con el vecino del norte y otros países europeos, sin despegarnos mucho de la región Latinoamericana México es una sociedad parcialmente conectada, cuestión que no solo impacta directamente al crecimiento económico sino veámoslo también como un asunto de derechos humanos, pero más que nada el problema aquí es la inclusión vs la disparidad digital.





[1] Sigla que significa HyperText Transfer Protocol o Protocolo de transferencia de hipertexto.

[2] Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de Información y Comunicación