El 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información promovido en algunos países como “Día del Internet”.
Hace 45 años el programador
estadounidense Ray Tomlinson (23/4/1941-5/3/2016) de BBN Technologies emitió el primer e-mail de la historia en ese entonces en
la red ARPANET. Sin embargo la web que conocemos ahora fue desarrollada entre
marzo de 1989 y diciembre de 1990 por
el científico en computación inglés Tim
Berners-Lee con la ayuda del ingeniero industrial
belga Robert Cailliau, mientras trabajaban en la CERN (Organización
Europea para la Investigación Nuclear) en Ginebra Suiza, el resultado de su investigación
fue publicado en el libro Weaving
the Web en 1999.
El gran avance de Berners-Lee fue unir hipertexto e
Internet con el protocolo HTTP[1], desarrollando
así un sistema de identificadores
únicos globales para los recursos
web y también el Uniform Resource Identifier que es una cadena de caracteres corta que identifica
inequívocamente un recurso evitando repeticiones.
El WWW (world wide web) solo requería de enlaces
unidireccionales en vez de bidireccionales. Esto hizo posible que una persona se
enlazara de uno a otro hipervínculo sin necesidad de ninguna acción del
propietario de ese recurso.
Ahora bien, la historia del Internet en México nos
remonta al año de 1989 con la conexión del ITESM (Campus Monterrey) con la
Universidad de Texas en San Antonio (UTSA). No obstante las primeras líneas comerciales para conexión llegaron de la mano de
Infotec[2],
institución pública creada en 1974 con el apoyo del CONACYT y Nacional
Financiera. Por su parte Red UNAM fue el primer proveedor comercial de
servicios de conexión, alojamiento o renta de espacio en servidor y proveedor
de correo electrónico para lugares externos a la
universidad.
En 1996 se consolidaron los Proveedores de Acceso a Internet (ISP’s) en el país y en los primeros
meses tan solo 2% de los hosts totales (16 mil) ubicados bajo “.mx” tuvieron en su nombre las letras
www, y por lo tanto una conexión mundial.
Hacia finales de 1996 la apertura en materia de
empresas de telecomunicaciones y
concesiones de telefonía de larga distancia provocó un auge en las conexiones a
Internet. Empresas como Avantel y Alestra-AT&T compitieron
directamente con Telmex.
Cabe señalar que antes de que el ITESM se conectara a Internet
casi a final de la década de los ochenta ya recibía el tráfico de BITNET por la
misma línea privada. El ITESM era partícipe de BITNET desde 1986.
En 1990 la UNAM accedió a Internet
por medio de una conexión vía satélite de 56 Kbps con el Centro Nacional de
Investigación Atmosférica de Boulder Colorado, éste fue el segundo nodo de
Internet en México.
Después el ITESM y la UNAM se
interconectaron usando líneas privadas analógicas de 9600 bps, velocidad
suficiente para proveer correo electrónico, transferencia de archivos y acceso
remoto a la red para estas dos reconocidas instituciones de educación superior en
México.
Fue hasta 1993 cuando la Universidad de las Américas
comenzó a experimentar en el ambiente Web desarrollando la primera página
electrónica de información disponible a la comunidad de Internet. A partir de
entonces la información en Internet se empezó a difundir con mayor intensidad
en periódicos y revistas especializadas.
1994 marcó el fin de Internet como aparato tecnológico
exclusivo de las instituciones académicas pues la era comercial iniciaba, el 6
de febrero de 1995 el diario La Jornada apareció por primera vez en la Web
demostrando las nuevas posibilidades del Internet en la transformación de los
medios convencionales de comunicación en la era digital.
Fueron las organizaciones no
gubernamentales las primeras en aprovechar las ventajas de Internet. Tal fue el
caso del EZLN que estableció una sólida presencia en Internet desde la
primavera de 1994.
A partir de la publicación de las
páginas www, el 1° de septiembre de 1996 apareció el sitio oficial de la
Presidencia de la República en el marco del 2° Informe de Gobierno de Ernesto
Zedillo.
Por su parte instituciones como la
Cámara de Diputados, la de Senadores, PEMEX y el Consejo de la Judicatura
Federal entre otras más, publicaron sus primeras páginas electrónicas en
Internet. En ese mismo periodo instituciones académicas, periodísticas y de
grupos sociales también establecieron sus propios servidores de información. Tal
hecho resultó positivo ya que dio pie a la creación de los primeros centros de
servicio informativo en línea para la sociedad.
A finales de 1996 ya había 2838
nombres de dominios bajo las diferentes terminaciones “.mx” y el 80% de ellos
eran dominios comerciales y al año siguiente los dominios de entidades
gubernamentales sobrepasaron los 100 y el total de dominios registrados hasta
1997 fue de 7251. Para los primeros seis meses del año 2000 fueron más de 20
mil los dominios registrados bajo terminaciones “.mx”.
Para el año 2003 ya había 75 mil
dominios registrados en las terminaciones “.mx” siendo el “.com.mx” el de mayor
proporción con casi el 93% de los registros.
En junio de 2010 se alcanzaron los 400 mil registros de dominios con “.mx”.
La Asociación para el Progreso de las Comunicaciones
(APC) es el organismo consultivo de la ONU que en el año 2006 elaboró una carta
sobre Derechos en Internet cuyo contenido se refiere al “Impacto del Acceso
sobre el Desarrollo y la Justicia Social” indicando que “Un acceso asequible,
rápido y fácil a Internet puede ayudar a generar sociedades más igualitarias”.
En dicho documento se resalta al Internet como una
herramienta para fortalecer los servicios de educación y salud, el desarrollo
económico local, la participación pública, el acceso a la información, la buena
gobernanza democrática y la erradicación de la pobreza. Es importante resaltar
que esta declaración sirvió de precursor para apoyar el nombramiento como un
derecho humano el acceso a Internet.
El pasado 12 de junio de 2011 la Asamblea General de
la ONU declaró el acceso a Internet como derecho
humano altamente protegido. La ONU señala al Internet “como un medio para ejercer el derecho a la
libertad de expresión”.
En la declaración conjunta los
cuatro relatores de la ONU sostienen que los Estados tienen la obligación de
promover el acceso universal a Internet y no pueden justificar bajo ninguna
razón la interrupción de ese servicio a la población, ni siquiera por razones
de orden público o seguridad nacional. En principio cualquier medida que
limite el acceso a la red es ilegítima a menos que cumpla con los
estrictos requisitos que establecen los estándares internacionales para ese
tipo de acciones.
El acceso a la información es el
derecho que tiene toda persona de buscar, recibir y difundir información en
poder del gobierno y la administración pública. Las Naciones Unidas en una de
sus primeras asambleas generales afirmó que: “La libertad de información es un
derecho fundamental y la piedra angular de todas las libertades a las que están
consagradas las Naciones Unidas”.
Es por eso que en todo momento el Estado debe garantizar
el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así
como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones incluyendo el de
banda ancha. Para tales efectos, el Estado establecerá condiciones de
competencia efectiva en la prestación de dichos servicios.
Hoy en día de acuerdo con la ENDUTIH (Encuesta Nacional sobre
Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares) del INEGI
en México 57.4% de la población mayor de 6 años son usuarios de Internet es
decir 62.4 millones de mexicanos. La perspectiva para 2016 y 2017 es que la tasa de
penetración se aproxime al 66% de cobertura, sobre todo por el crecimiento de
la banda ancha móvil.
En comparación con el vecino del
norte y otros países europeos, sin despegarnos mucho de la región Latinoamericana
México es una sociedad parcialmente conectada, cuestión que no solo impacta directamente
al crecimiento económico sino veámoslo también como un asunto de derechos humanos,
pero más que nada el problema aquí es la inclusión vs la disparidad digital.